Un mundo sin pobreza

Resumen y comentarios personales en cursiva del libro «Un mundo sin pobreza» de Muhammad Yunus

Prólogo: Todo empezó con un apretón de manos

Un nuevo tipo de empresa

Desde la caída de la Unión Soviética en 1991, la economía de mercado se ha extendido por todo el mundo. El capitalismo ha generado riquza, innovación tecnológica y grandes progresos educativos y sociales. El comercio global está en auge. Pero no todo el mundo se beneficia del crecimiento económico. Hay una gran desigualdad. Y persiste la pobreza. Muchas personas no tienen acceso a educación, ni a salud. En el año 2000, los líderes mundiales se reunieron en las Naciones Unidas y se comprometieron con los Objetivos del Desarrollo del Milenio. Pero los resultados hasta ahora son descorazonadores. Entonces, ¿cuál es la solución para los problemas sociales tan acuciantes?

  • El gobierno

Muchos piensan que, si el libre mercado no puede solucionar los problemas sociales, es el gobierno quien debe hacerlo. Los gobiernos pueden contribuir a gestionar determinadas funciones sociales que no pueden ser gestionadas por el libre mercado:, como la defensa nacional, la justicia, el banco central, la educación pública…

Sin embargo, un régimen gubernamental que regulara las empresas de un modo excelente aún resultaría insuficiente para garantizar que los problemas sociales se abordarán y, mucho menos, se resolvieran. Podría influir en cómo se hacen los negocios, pero no controlar qué áreas desatienden las empresas. No se puede ordenar a las empresas que solucionen problemas; se las debe incentivar, para que deseen hacerlo.

Los gobiernos pueden hacer mucho por solucionar los problemas sociales. Son grandes y poderosos, reciben mucho dinero y pueden movilizar grandes recursos. Por tanto, resulta muy tentador limitarse a arrojar los problemas sociales del mundo a los gobiernos.

No obstante, si esta estrategia fuera efectiva, hace ya mucho tiempo que los problemas se habrían resuelto. La persistencia de los mismos hace evidente que los gobiernos no pueden ser la única respuesta. ¿Por qué no? El primero, es que los gobiernos pueden ser poco eficientes, lentos y proclives a la corrupción y a la burocracia. Su tamaño, su gran alcance y su poder hacen inevitables que sean poco manejables. (Estas problemáticas se abordarán en otras publicaciones). Además, los gobiernos son muy efectivos a la hora de crear, pero no los son tanto cuando deben acabar con sus creaciones si ya no son necesarias o si se han convertido en una carga.

La política muchas veces también es un obstáculo para la eficiencia de los gobiernos. Les impide tomar decisiones rápidas, las cuales en ocasiones puede ser necesarias. Estas debilidades inherentes de los gobiernos ayudan a explicar por qué las economías controladas por el Estado durante la era soviética acabaron colapsándose.

  • Organizaciones no gubernamentales (ONG)

Muchas personas, decepcionadas por los gobiernos y buscando solucionar los problemas del mundo, han fundado organizaciones sin ánimo de lucro. Sin embargo, estas organizaciones tampoco han podido solucionar por sí mismas los problemas sociales. Muchas de estas empresas dependen de un flujo constante de donaciones de personas generosas o de organismos internacionales. Cuando los fondos no son suficientes, las labores de ayuda se detienen. En los momentos complicados, cuando las necesidades de los pobres son mayores, las donaciones se reducen.

La demanda de donaciones supera rápidamente la oferta. Al mismo tiempo, la dependencia de donaciones genera otros problemas. Las organizaciones sin ánimo de lucro muchas veces se ven obligadas a gastar muchos más esfuerzos en conseguir dinero para financiar programas concretos, que la aplicación real de los mismos. Y para poder escalar necesitan grandísimos esfuerzos que los hacen desviarse de su actividad principal.

  • Organizaciones multilaterales

Existe otra clase de organizaciones, conocidas como organizaciones multilaterales. Están patrocinadas y financiadas por los gobiernos y su misión es erradicar la pobreza favoreciendo el desarrollo económico de los países y de las regiones que se han quedado retrasadas con respecto a las prósperas naciones del hemisferio norte. La organización más importante es el Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo.

Estas organizaciones suelen ser burocráticas, lentas y, con frecuencia, sirven a sus propios intereses. Además, a menudo siguen políticas incoherentes. Por ejemplo, el Banco Mundial afirma que su objetivo general es acabar con la pobreza, pero, para conseguirlo, recurren exclusivamente al crecimiento económico a gran escala, no importándole si este crecimiento se hace a costa de los más pobres. Es más, en su búsqueda de crecimiento, muchas veces estas instituciones se centran en reforzar instituciones ya bien establecidas. Nunca se les ocurre que sean esas mismas instituciones las que contribuyen a la aparición o al mantenimiento de la pobreza.

Si los gobiernos, ni las organizaciones sin ánimo de lucro, ni las organizaciones multilaterales son capaces de solucionar los problemas sociales, entonces ¿qué hacer?

Empresas sociales: qué son y que no son

Una empresa social como una compañía que no reparte dividendos y se dedica a resolver problemas sociales. Esta definición contiene en sí 3 cuestiones fundamentales:

  • compañía: no es una ONG, no está buscando donaciones, sino que realiza actividades que generen valor y riqueza.
  • no reparte dividendos: pues todas las utilidades se reinvierten para seguir expandiendo la empresa, sólo se devuelve el aporte inicial.
  • resolver problemas sociales: generalmente necesidades básicas (agua, alimentos, salud, educación, energía, medioambiente).

El fin no es el de maximizar utilidades económicas (como en una empresa tradicional), sino alcanzar los objetivos sociales propuestos. Aquí algunos ejemplos de cómo pueden los bienes y servicios que venden las empresas sociales generar beneficios sociales:

– Una empresa social que fabrica y vende productos de alimentación nutritivos y de alta calidad a precios muy bajos, destinados a un mercado específico de niños pobres y mal alimentados. (Grameen Danone)

– Una empresa social que desarrolla sistemas de energía renovable y que los vende a un precio razonable a comunidades rurales que, de otro modo, no podrían permitirse el acceso a la energía. (Grameen Shakti)

– Una empresa social que presta dinero a pequeños emprendedores y emprendedoras, incluso sin tener aval o co-deudores. (Grameen Bank)

He puesto tan sólo 3 ejemplos del grupo Grameen, pero hay muchos más dentro de este grupo y fuera de él. Están apareciendo por montones en todo el mundo.

Sin que peligre el objetivo social, las empresas sociales deben generar beneficios, por dos motivos: devolver el dinero de la inversión inicial y fomentar la consecución de objetivos sociales a largo plazo.

Respecto a la pregunta sobre ¿por qué los inversionistas querrían invertir en una empresa social?

Yunus responde que al invertir en empresas sociales se puede obtener el mismo tipo de satisfacción personal que se obtiene mediante la filantropía. La satisfacción podría ser aún mayor, porque la empresa que han creado seguirá funcionando para aportar el beneficio social deseado a cada vez más gente, sin detenerse nunca.

Y sobre la pregunta de ¿qué pasará ante la competencia de empresas sociales por obtener financiamiento?

En las empresas tradicionales la competencia reside en cual de las dos parece poder generar más beneficios económicos. Por el contrario, cuando dos empresas sociales compiten para obtener inversores, la competencia no se basa en la expectativa de conseguir beneficios económicos futuros, sino en los beneficios sociales que se esperan conseguir.Por tanto, las empresas sociales se irán presionando las unas a las otras, para ser más eficientes y para ayudar cada vez mejor a las personas y al planeta.

Comentarios

A mí me parece que la iniciativa de las empresas sociales es muy poderosa porque introduce las ventajas del libre mercado con el fin de lograr una mejora social. Nos demuestra que las empresas pueden dejar de ser parte del problema y pasar a ser parte de la solución.

El único problema por el cual aún veo deficiente la propuesta es que son sólo pequeñas organizaciones (empresas sociales). En medio de un sistema económico capitalista global, donde domina la lógica de la acumulación. ¿Se puede hacer un cambio sistémico? Ciertamente el sistema mundial es colosal; pero todo imperio cae, ¿no?

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