La economía aplicada (o economía real) yo la divido en dos grandes sectores: público y privado. El sector público no era de mi interés, pero esto cambió con la campaña presidencial mexicana en 2018 y la victoria de AMLO. Ahora estoy más al pendiente de las decisiones que se toman en esas instancias. Sin embargo lo que más me apasiona es el sector privado: las empresas.
Según la Historia Económica y las teorías de crecimiento económico, el desarrollo de un país se logra a través de la industrialización. México es un país semi-industrializado, un país de desarrollo medio.
Considero que las regiones rezagadas del país están en esa situación por enfocar su economía en la producción de bienes primarios. Entonces una solución consiste en transformar la materia prima que producen para agregar mayor valor.
En el último informe de la OMC, México se ubicó en el top 10 de exportadores de productos agrícolas-agroindustriales en el mundo. A corto plazo quiero hacer un documento que explique cómo está compuesto el ecosistema actual de la agroindustria en México. Pensando en un futuro poder continuar en esta línea y hacer propuestas para potenciar la sostenibilidad del sistema agroindustrial en México.
Y después seguir con estos diagnósticos-propuestas de otros sistemas industriales (madera-muebles-papel, químicos-farmacéutico, metálico-maquinaria, eq. transporte, software, turismo).
Entonces, el eje de mis próximas investigaciones será la sostenibilidad de la industria en México. Este es el rumbo de consultoría en el que me quiero especializar…
Con un enfoque de clúster I+D+i de empresas sociales – economía de comunión.